M-016

Resumen

La manzana 016 alberga el cementerio Nuestra Señora del Carmen del municipio de Buenavista (Quindio) esta ubicado en la carrera 3, por la calle principal a cinco cuadras de la Plaza de Bolívar, al nor-occidente. Fue creado en 1944, por iniciativa del padre Barrenche. La primera persona que fue sepultada allí fue una niña de otra población, debido a que no pudo ser sepultada en su lugar de residencia.
En el lugar encontramos diversas especies vegetales y árboles como el guayacán amarillo, el carboncro, la duranta, el pasto kikuyo y a sus alrededores cultivos característicos de la zona como lo son el café. Estos árboles recrean la promenade que recibe a los visitantes y les indica el recorrido.
El cementerio cuenta con una capilla, Santa Laura, un altar y varios sectores como los osarios La Misericordia San Miguel, La Piedad, Del Carmen, La Milagrosa, bóvedas del Carmen, un cuarto de exhumación, baño, cuarto de almacenamiento de restos en custodia,
una especie de fosa común, jardín, sepulturas en lotes y el mirador.
El cementerio tiene dos niveles en el primero esta todo lo del cementerio y en segundo el mirador con mucha visibilidad y buen paisaje. El cementerio tiene espacio para bóvedas, osarios y lotes. En el municipio actualmente se mueren pocas personas. Tiene 104 espacios en lotes y 23 en bóvedas, en el sector de La Misericordia tiene una fosa común y un cuarto especialmente dedicado a tener allí personas de las que sacan los restos y no son reclamadas. Es administrado por los diferentes párrocos que han llegado a la ciudad, hace 4 años estuvo el padre Javier Antonio quien realiza arreglos en las bóvedas del sector La Piedad y organizo el mirador, las personas visitaban a sus familiares y luego podían visitar el
mirador.
Se destaca el emplazamiento del cementerio su situación privilegiada en cuanto a la relación visual y el domino que el cementerio que establece con el valle del Quindio. Al mismo tiempo el cementerio como memoria en el extremo de la casa Buenavista donde todo inicia y es justo allí donde inicia y es justo allí donde se puede hablar ya no de la ausencia propia del cementerio sino de la presencia donde todo adquiere forma.